jueves, enero 12

de las pasiones que nacen...


Una noche los pies jugaron... las intensiones aparecieron el néctar de los dioses y un simple puede ser...
una mañana no volví a casa a la hora de siempre, había sido una noche larga, una noche rara, distinta, nada común...
nada dura para siempre pero esa noche pareciera no terminar...
música, bebidas, mentiras de verdades, juegos, engaños y sentimientos...
Todo era perfecto...
La luna sonrio esa noche... solo bastó su mirada, su sonrisa para que yo decidiera amanecer en el rocio... como una flor que se abre a la nueva vida...
Valeria Elías

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