jueves, febrero 3

Te nombro sin nombrarte...

Hoy me pareció verte, te iba a gritar para saludarte, pero algo me detuvo. 
Hoy te vi como antes, feliz, lleno de vida, alegre y dispuesto. Ibas caminando con la serenidad y la seguridad de siempre. Estabas tan lleno de vida.
Cuantas cosas sucedieron en medio segundo, recuerdos inundaron mi mente, las ansias no se contenían, quería decir tu nombre, quería escuchar tu voz, deseaba que me miraras otra vez...
Fue en el otro medio segundo en que reaccione, me quede callada y la tristeza me invadió, fue como una ilusión, un deseo...
Pero, como hubiera corrido a tu encuentro, te hubiera abrazado y agradecido todo y por todo, no te hubiera dejado ir... Por primera vez en mi vida sentí la necesidad de un milagro...
Hoy sentí que te vi y mi perspectiva cambió, estabas tan igual, tan parecido, pero no eras vos, no, era algún absurdo hombre que caminaba por las calles y que tal vez, se parecía a vos.
Al principio quería hacer de cuenta que no había pasado nada, pero a decir verdad, la curiosidad y la necesidad me impulsaron a entrar en la catedral, y aún creí que estabas de espaldas, observé y permití a mis sentidos conectarse, entonces persiví un hombre gris sentado en un banco, sin brillo, un pobre hombre cualquiera, no eras vos...
Y comprendí...
Cuanto se ama a una persona, aún, cuando ya no está aquí...


                                                              Valeria Elías



1 comentario:

George dijo...

pq me nombras... qué ha pasado... ???