sábado, junio 10

Fracasar es un arte

Somos unos fracasados, fracasamos como amigos, como enemigos, como pareja, como no pareja… Nadie puede negar que somos un gran fracaso, el más grande de todos, porque tal vez, no estábamos destinados a fracasar, pero sin dudas, nosotros lo supimos hacer de todas las formas posibles…
Quien dice que fracasó en el primer intento, miente, nadie fracasa así porque así, hay que tener disciplina, constancia y un pequeño tropezón, no es fracaso. Hay que aprender a fracasar con elegancia, con astucia, con sinceridad.
Hay un arte, el arte de fracasar, ese de intentarlo todo, pero no poder lograr nada. Algunos piensan que es maldición, que la envidia de la gente hace que la gente fracase… Y tal vez, y más cuando se trata de dos, los tres los cuatro y los cinco sienten incomodidad, angustia, desolación, porque dos enteros no es lo mismo que dos medios. Y nosotros éramos dos enteros intentando sobrellevar un deseo.
Fracasar en el amor después de tantos fracasos es una metáfora gastada, el lugar común a todos los comunes, es el fracaso sin esfuerzo. Pero fracasar como amigos, eso es fracasar! Querer tanto a una persona que no se sabe cuáles son los límites, para fracasar en la compresión, entendimiento, y en cuidar los lazos que unen de forma casi indestructible las almas… Hay que aprender a fracasar sin ser tacaño en eso, fracasar a lo grande, destruirlo todo, no dejar nada, y bailar sobre las cenizas como si hubiera una victoria y después… años después, llorarse el triunfo maldito, sobre las pocas cenizas resistiendo a la verdad, intentando fracasar nuevamente con algo que ya no existe…

Nos gustó tanto fracasar que aún ¡sí, aún! Queremos intentar seguir fracasando, y nos está saliendo! Fracasamos en las conversaciones, en los sentimientos, en hablar sobre las verdades de cada uno, en entender al otro, en comprender lo que pasó y que eso dejó secuelas… Somos unos fracasados profesionales! Y nos esmeramos para dar cátedra a los amigos más íntimos… contando diferentes versiones de una misma historia, esperando el aplauso y el reconocimiento, sin darnos cuenta que el fracaso nuestro es muchas veces, el triunfo del otro, porque internamente, nadie quiere ver al otro verdaderamente feliz o que pueda cumplir cosas que son muy difíciles de materializar, o simplemente, porque tienen intereses propios sobre nuestra persona…
Somos unos verdaderos fracasados, dominamos el arte con estilo, con clase y tanto, que hasta se parece a un triunfo…
Pero lo más extraño de todo, es que hay algo en lo que no supimos fracasar, y en eso, también debemos pensarlo como un fracaso, y es en querer a la otra persona, enteros o rotos, fracasamos en no saber dejar de querernos, aunque sea patológico, aunque sea raro, aunque no se comprenda como es evidente que nos queremos… Simplemente porque no sabemos cómo fracasar con eso…
Y tal vez el único triunfo que tengamos, sea sobre el más extraño, tonto y simple de los fracasos… somos unos fracasados, y no nos queda otra que aprender a vivir con eso, rotos, enteros o en partes, aprendimos a dominar el arte y eso no es para cualquiera. Aunque no suene a consuelo.
 Valeria Elías
 

1 comentario:

hortensio farwel dijo...

Todo un arte el de ser un fracasado... Mi padre me dijo una vez que fracasé:"Nunca te avergüences de de no tener éxito en este mundo acanallado, vulgar y falso". El fracaso siempre será aprendizaje...