martes, diciembre 12

Inmensamente feliz

En mi vida, y haciendo un racconto, me he dado cuento que soy muy sociable, que tengo facilidad para acercarme a la gente y conectar de diversas formas con cada uno. Por mis diversos trabajos u oficios, mis preferencias de estudio, mis actividades extracurriculares, por el simple hecho de estar esperando un colectivo, o de regalar una sonrisa, muchas almas se sumaron, algunas por segundos, a mi universo.
Claro que no siempre me he cruzado con las mejores personas, de hecho, existen aquellas que aún insisten en oscurecer mi vida, porque no soportan la propia, porque no toleran la luz, o porque no saben simplemente que hacer con lo que son. Esas son las personas que no quiero en mi vida, aunque las circunstancias las acercan, la misma decisión personal de no querer compartir con ellas lo más íntimo, lo más significante, me salva de terminar actuando como ellas pretenden, apagando eso por lo que tanto trabajé, un alma limpia.
A pesar de ello, hay mucha gente que quiero, y esto es recíproco, he sabido cultivar mi jardín, cuidar mi universo y sobre todo, alentar a muchas personas a hacer lo mismo, a vivir intensamente, a sentir lo más profundo, a vivir sin importar las cosas mínimas. Apuntar a lo máximo, y no desistir.
Llegar a mis 37 con la conciencia tranquila, con el alma limpia y las intenciones de seguir por el mismo camino es lo que me hace inmensamente feliz, porque seguí los consejos de aquellos maestros que me dijeron “cuidate de los aplaudidores”, “de los que palmean la espalda” ,“de los que dicen una cosa y hacen otra”, “de los alabadores y de los críticos sin escrúpulos”, me dijeron “no necesitas una coraza, sino aprender a cuidarte sin perder la esencia”, me dijeron “disciplina es igual a talento protegido”, y remarcaron que “el amor es siempre lo más grande que existe”… Algunos están, otros ya no…
Y es larga la lista de los que ya no están, los momentos en que se recuerda, se extraña y aún así, se vive, feliz de haber compartido, de haber vivido, de haber podido tocar su alma aunque sea un poquito, son ellos ahora los que cuidan de uno. Felíz por ellos también… en su homenaje.
Por toda esa gente que brilla a mi lado, por toda esa nueva gente que se va sumando, por todos los que brillaron, inmensamente feliz de cumplir un año más de vida y de poder compartirlo con todos y cada uno de ellos.
Feliz cumple a mí! Y un deseo enorme de que siempre siga siendo tan feliz, con tanta gente maravillosa a mí alrededor… 
Por siempre La Vale





1 comentario:

Navegante dijo...

Es grato navegar al azar y encontrarse con alguien que ofrece así abiertamente su radiografía del alma. Gracias.
Saludos.