Los últimos años fueron de puro aprendizaje, desafíos y aventuras, oportunidades y fracasos. Un cúmulo de cosas que me llevaron a ir ordenando emociones, sentimientos y la vida misma. Puedo decir con mucho agrado que sobreviví a cosas y situaciones que sentía perdidas, no me rendí jamás, y me fortalecí tanto, que ahora el mismísimo demonio tiembla al escuchar mi nombre.
Amé con tanta fuerza, y dejé ir con más tranquilidad. Aprendí en mis soledades que solo quienes te aman de verdad permanecen cerca y con el corazón abierto.
Elijo a quienes me elijen, no necesito más, tengo lo suficiente y necesario, lo que no está no hace falta.
Sigo descubriendo cosas de mi misma, algunas muy bellas, otras no tanto, porque lo cierto es que no hay luz sin sombra y con ella también hay que convivir.
Son 43 años de una vida creativa, inquieta y diferente, claramente nunca pude ser como el resto, todo tiene mi marca personal. Genio y figura…
Sembré y coseche amistades increíbles. Compartí cada momento y pude sentir la compañía de cada persona. No me niego a vivir, a ser y a hacer…
Más segura de la persona que soy, con más claro el futuro que me propongo, rescatando los valores, los principios y las experiencias que me han formado, soy la MUJER en la mejor versión que puedo ser ahora.
Agradecida por todas las experiencias y en busca de nuevas, inicio este camino con total tranquilidad, de que lo que sembré hará que los frutos sean abundantes y de calidad.
Feliz cumpleaños a MÍ! Gracias a todos los que comparten esta locura de vivir.
Valeria “La Vale” Elías