martes, abril 25


Para Jonatan, con amor por nada...



Me refugio en vos como en las sombras cuando amanece.

Tan de cerca hueles a vainilla y canela,

el sabor embriagante de tu piel.

Tus labios, tus alas melodiosas, saben a chocolate blanco,

en consistencia, en dulzor.

El sabor del paraíso tiene tu nombre,

cada beso que bebo embriaga mi alma, enloquece mi cuerpo

recorriendo cada centímetro del ser...

Fragante eres en persona, y sabroso es tu recuerdo...

Más, harta de tanta alteración de los sentidos

me entrego a tu merced como caballo domado.

Has de mí tu alimento, tu sustento, tu noche, tu día...

Me refugio en vos,

como la luna se refugia entre las piernas de las estrellas,

como tu sonrisa se escapa cuando mi alma juega...

Pero me refugio en vos y ya no huyo de mi, ni tampoco de vos.

Vivo el placer deleitante de saborearte una y otra vez...

Tu nada es mi todo.

Valeria Elías

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