Con olores a papa frita
y un repollo a medio cortar,
la vieja conversaba
de su largo andar.
El crujiente ruido
exhala emoción
en una noche de media luna
y de un esperar sin calor.
Buscó en un cajón
los viejos apuntes de consejos.
Doradas papas las esperaban,
frío y tibio corazón.
Los colores fluían
en la ensalada de aquel mesón;
linda noche pasarán
las niñas, que ya no lo son.
Valeria Elías
6 comentarios:
Lindo poema. Refleja ese paisaje hogareño de la cocina que uno siempre recuerda con afecto.
eh, hay imágenes y olores aquí
linda noche,mañanas y tardes...que la juventud es una sensación que no tiene que terminar
bello texto
Hermoso poema mi querida Amada Inmortal. Bellísimo, dulce y sanador.
Un beso.
M.M.
Al leer tu poema me hiciste recordar un libro que leí hace algún tiempo " Como agua para chocolate" todo un placer para los sentidos. Como tus letras hoy, culentas y apetitosas entre olores y sabores.
Besos tiernos y dulces para ti.
** MARÍA **
Un dulce y bello poema que hace recordar, suspirar y soñar....
Un enorme abrazo preciosa.
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