miércoles, marzo 3



Lo antiguo, que conserva
sensaciones de lo vivido
resquemor e inquietud
ansiando olvido.
Aquello que dejó 
una marca,
esa idea de dolor
que aún sufrimos
Lo pasado que no fue bueno
debe ser olvidado,
sin reparo, sin discutirlo
tirarlo, enterrarlo, destruirlo.
Lo viejo de aquel tiempo
que pasó y nos rozó
dejándonos heridos,
nos aporta en experiencia
y nos enseña a valorar
mucho mejor aquellas 
pequeñas cosas
que pasaron
desapercibidos...

El amor lo cura todo
sólo él es dueño
del tiempo divino...
Valeria Elías

2 comentarios:

Norma Ruiz dijo...

querida amiga te doy la bienvenida a mi blogs
alas del alma.
es un placer acompañarte y leer tus escritos.
besos

WHO dijo...

El sufrimiento nos atempera el carácter y nos modela el ego, después saldremos fortalecidos y sabios de como vivir en armonía con las realidad, no con los anhelos personalistas y estúpidos.
Un beso, Who.