Felices 30! a mi!!!

Cumplir o no cumplir...

Ese siempre es y será el gran dilema, “cumplir o no cumplir” cuando uno cumple se está haciendo responsable y hacerse responsable quiere decir que somos capaces de dar respuestas. Cuando no cumplimos es porque no somos capaces de responder.

Cumplir años es ir adquiriendo la responsabilidad de ir respondiendo ante la vida sobre las cuestiones que a esta atañen. Primero que nada, cabe aclarar que no es cierto eso de que a cada edad le corresponde tal o cual cosa, y segundo creo que como me dijo Danilo Doyharzabal hace unos días, “uno tiene la edad que siente tener”, por lo que cumplir años es un acto que se produce todos los años de nuestras vidas en los que vivimos y no importa como, lo que importa es cuanto de ese tiempo trascurrido vivimos en realidad.

Yo digo felizmente que estoy cumpliendo mis segundos 15 años, porque así me siento, porque así lo vivo, con la jovialidad y la alegría de entender que la vida diariamente es un descubrimiento y un aprendizaje, porque busco poder asombrarme en cada cosa y en fracasar en otras, porque por cada vez que fracaso tengo la posibilidad de volver a intentarlo, tal vez de otra forma, tal vez sobre otra cosa.

Hoy puedo afirmar con seguridad que soy una luchadora, una buscadora, una persona con ideales, con utopías, que siente la necesidad de defender los valores y los principios como normas centrales para conducirse en la vida. Siento la seguridad de haber hecho lo correcto, de haberme sabido equivocar y de intentar resarcir esas situaciones. He tenido que asumir que muchas veces que era yo la equivocada,soy tan humana como cualquiera, porque solo una persona que se asume como tal es una persona que se puede decir que esta aprendiendo, y eso es lo que yo quiero hacer, aprender, me declaro ignorante ante la vida.

Me permití vivir intensamente, he tomado caminos casi intransitados, he hecho promesas y también las he roto, me genere deudas que no se pagan con dinero, ni con favores, me atreví aventurarme y logre encontrar personas maravillosas.

Pido perdón si he fallado, hoy mismo quiero ser disculpada, perdonada por ser tan humana, por no contar con la capacidad de hacer las cosas bien todo el tiempo.

Yo amé y amo y jamás estuvo en mi causar un daño o un problema, simplemente vengo con esta torpeza de no sabérmelas a todas.

En esta búsqueda de ser y no ser, me he descubierto como una mujer, como una escritora, como una comunicadora, como una periodista, incansable buscadora de la verdad. Para mi nunca lo mismo fue lo igual, la sutil diferencia es lo que hace que muchas veces muchos malinterpreten mis actitudes, porque para mi lo mismo no es lo igual, lo mismo tiene entidad- identidad propia, lo igual es una única entidad - identidad.

Horacio Rossi siempre me marcó las pautas a seguir en lo que respecta al oficio, pero también se adentró en las cuestiones de vida y fue quien me contuvo y me acompañó en el proceso de autoconocimiento; en la conformación de una identidad que se sustente ante el ojo siempre insidioso de la sociedad. Un amigo, un maestro, que uno se pregunta cómo puede ser que ya no esté y a su vez, siente la gratitud inmensa de haber tenido la posibilidad de haber sido, haber sentido y haber vivido su presencia y contado con su amor incondicional y puro.

Cumplir años significa más que todo esto, porque son muchas cosas más las que pasan en una vida, pequeñas cosas, grandes cosas, cosas insignificantes, cosas sumamente importantes, entonces cumplir años es haber pasado todo esto y tal vez más.

Hoy me reconozco por quien soy y por como soy, sin vergüenza, sin tapujos, sin prejuicios, porque esto que se ve es lo que hay, en más o menos medida, pero siempre la misma esencia.

Horacio siempre decía que lo importante es el proceso de como se añeja el vino, o se hace un buen vino o es vinagre... Yo respondí... “Entonces, yo seré un vinagre, pero de los buenos...” Y de esa forma le robaba sonrisas.

Siento una especial gratitud hacia mis amigos, compañeros incansables de mi ser, aquellos que me aceptan y me quieren por como y por quien soy, me conocen como Valeria, Vale o La Vale, y hasta algunos como mi doc me dicen Vale Vale, por decir La Vale lo Vale... Lo cual es muy gratificante porque hace que uno sienta completa armonía consigo mismo, sabiendo que está en el camino correcto.

Yo fui criada en una familia, y respeto la familia como tal, núcleo que nos conforma como seres y personas capaces de relacionarse y vincularse con el resto de los seres de su sociedad. A pesar de que como todas las familias, la mía no es la excepción y no es perfecta, es el lugar donde uno fue recibido y formado, es el lugar donde uno aprende el amor. Entonces uno siente gratitud también hacia estos seres tan especiales, grandes maestros de nuestras vidas.

A mis treinta quiero decir Gracias por todo y más, gracias a los amigos, a los conocidos, a los desconocidos a los que de alguna forma u otra tocaron mi vida, ya sea con una mirada o con profundas palabras y compañías. Danilo me dijo además: “yo desconfío de los muy cuerdos, prefiero los locos lindos” haciendo referencia a nuestro amigo Horacio...

A todos nos gustaba su locura, y sé que Horacio gustaba de la mía también... Así que quiero compartir un pensamiento al respecto: prefiero mil veces una locura cuerda a un cuerdo loco... porque el cuerdo loco sabe lo que hace y por lo general hace daño y una locura cuerda hace las cosas con sana intención, con el fin de lograr algo positivo.

Quiero abrazar a todos y cada uno de mis seres queridos y decirles gracias por acompañarme en este camino y permitirme ser quien soy... Termino citando a un poeta santafesino: “sé, pese a todo, feliz...” Gracias Fabián, por haberme abierto las puertas a este mundo mágico y real...

Besos a todos y muy FELICES 30 para mí! La Vale. Valeria Elías