Maldito sea el destino perverso que te puso ante mi...
Malditos sean mis ojos que te vieron, mi boca que no pudo no saludarte...
Malditas marioposas en el estómago... esa sensación mágica pero dolorosa de sentir y no poder compartir, no tener cercanía...
Maldita nuestra calle, nuestros recuerdos donde fuimos felices...
Maldito sea el día en que te conocí... Y más maldito aún, el día que te mentí...
Antes creí que este amor era bendito... Pero después de haber sentido todo lo que sentí y mirar a mi lado y solo ver un fantasma de vos me di cuenta que fuimos malditos por nuestra propia voluntad...
Malditas estas lágrimas que no paran de caer...
No se si leerás esto... pero bendito sea el tiempo en que un día te acuerdes de mi amor por vos... Bendito seas por haberme enseñado cuan grande y profundo es el verdadero amor...
Por siempre La Vale
Valeria Elías
5 comentarios:
Maldice, maldices y maldices y luego bendices, bendices; creo que estás confundida ,¿por qué mentir si tenemos en nuestras manos el amor más grande? A veces no entiendo nada.
porque maldecir si lo que se vivio fué especial, o nos aportó algo más. maldecir, sí, cuando te engañan, cuando la persona a la que creias tu otro ser se desvela como una farsa, como mentira todo lo que se vivio y empiezan a borrarse recuerdos, situaciones, no encuentras razonse de lo vivido.
mientras que si existen mariposas siempre revolotean y dan alegría a la vida.
en la vida los momentos van y vienen, hay que aprovecharlos y quedarnos con aquello que nos hayan aportado cosas positivas, y aprender de las negativas para poder afrontarlas.
unm beso
Yo igual que el Drac a veces no entiendo nada, pero tengo mis contradicciones también.
Cariños para ti,
mar
Uuauu!! Qué error querida amiga ¿qué he hecho? Indudablemente el primer comentario pertenece a tu entrada anterior, te pido que me PERDONES, soy un tremendo distraído. Este post es muy ilustrativo y completo con el primer video nos ayuda a reflexionar y es una terapia por las personas deprimidas y el segundo, además de tierno, con escenas divertidas. te mando un gran abrazo y te pido nuevamente que me disculpes.
Uf yo también me equivoqué.
Claro que creo en la amistad sin im portar la distancia, acá hay una prueba de ello.
Un abrazo enorme y feliz de ser tu amiga.
mar
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