lunes, noviembre 5

El silencio,
el peor castigo,
la mirada,
una palabra
y nada más.
Muerdo los labios del deseo,

reprimo cada impulso de satisfacción,
me ahogo en el éxtasis de la espera
y sueño, que tal vez, es verdad.
Silencio,
cruel amigo…
Enemigo íntimo del deseo,
hermano de la pasión.
El desear y el odiar unidos
en un mismo instante,
justo ese en el que espero besarte
y la cobardía reina una y otra vez…
Valeria Elías

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