Hoy es el día de aquella persona que no mira la realidad
como el resto la mira.
Uno no empezó a mirar la realidad cuando empezó a estudiar,
uno primero tuvo un momento en el que la realidad se le transformó en otra cosa
y fue ahí donde decidió estudiar periodismo o trabajar de periodista.
Algunos se dan cuenta antes de lo que quieren ser, a otros
les lleva más tiempo, y obviamente vienen los comentarios de los padres típicos
de que carajos vas a vivir…
El compromiso que uno asume al elegir esta profesión es
mayor al que muchos creen, uno no solo se compromete con su futuro laboral y
social, además, se compromete a cuidar, a preservar y a mantener principios y
valores sociales y a denunciar cuando estos son violados.
El compromiso es con el Estado y sus leyes, con la
solidaridad, con la cultura, con cada persona que necesite tener voz, presencia
o hacer llegar un mensaje.
Cuestionar la realidad, extrañarse de ella, buscar la verdad
y contar así una historia… Una historia que será escuchada por miles de
personas, creída o no, abucheada o halagada. Pero una historia que revela un
pedazo de la verdad.
Cierto es que hoy en día es muy tendencioso, en algunos
casos, lo que se está haciendo, es una lástima que una profesión tan digna se
transforme en manipulación descarada y ataque al resto. Cierto es que yo no es
lo que era, y muchos enarbolan las banderas de la libertad y de la verdad,
cuando no son más que mediocres trasmisores de un único mensaje.
Aún tengo fe de que todo vuelva a ser como antes, que aquellos
que nombran a Rodolfo, a Arlt, a Moreno, a García Márquez que nos regaló su
impronta literaria dentro del periodismo, esa misma gente recupere esos valores
de trabajo, dedicación y altura moral y ética.
Muchos se enojaran conmigo, pero quien entiende esta profesión
como un comercio, se equivocó de profesión.
Les deseo a todos el mejor de los días y espero que sigamos
construyendo la realidad que nos merecemos todos.
Valeria Elías
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