En el
caos y la desesperación
una
pizca de normalidad,
esa
rara normalidad.
Así fue
ese momento
una
vieja y olvidada normalidad
(en su
momento, algo anormal).
Ahí
estábamos los dos, nuevamente
hablando
como si nada,
como si
todo.
Como si
nada hubiera pasado
como si
todo estuviera pasando.
Unos
pocos instantes,
como
antes, como siempre.
La
casualidad jugando,
olvido
y perdón.
Como
antes, como siempre…
el
amor…
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