miércoles, junio 28


Si te hablo en mi idioma tal vez lo entiendas…

Si te hablo en tu idioma tal vez dejaría de ser yo…

Hemos creado nuestro propio idioma, nuestros propios códigos que nadie entiende pero que todos ven…

Vendí el alma al mejor postor, aseché a la presa y la desangre, cerré las puertas del mismísimo infierno, conjuré las palabras y luego esperé…

Hablamos de hechos y responsabilidades, de jardines y de encuentros… Tan sólo una mirada y todo era tuyo, tan sólo una sonrisa y nada más que decir…

Inventaste un mundo, creaste un sueño y dibujaste cada centímetro de universo y aún así lo enfrentas…

Te susurro al oído más de una noche, te acaricio en el secreto de tu sombra, te nombro pero no oyes…

Beethoven, a quien miras cuando miras?...

Con cierto recelo me retiro de la escena que me inventé para decir lo que a sabiendas no reconocerás… pero que sería de un jardín sin esa flor, sin sus espinas…Puros instintos…

Valeria Elías

2 comentarios:

Mirtha dijo...

Yo miro a la soledad... aquella que no me quiere dejar, que esta adherida a mí. Se sienta desde una esquina y me observa, se aleja por momentos tal vez por horas pero vuelve, me engaña y me dejar tener alusionaciones de una compañía que no esta y me despierta de un tiron para devolverme a la realidad.

Y me susurra al oido que no me quiere dejar.

Rolando Escaró dijo...

Beethoven caminando las calles absorto en secretos que solo el conoce, en sonidos que solo el escucha...