jueves, agosto 7


Ese mismo líquido que recorre las arterias,

Se esparce entre las venas

Recorre cada centímetro del ser,

Logra una temperatura superior al mismo infierno

Y proclama su sed a viva voz.

Brebaje divino

Que se representa en vida, hechos concretos

Y estimula la masa boba,

Ese aparato que se sacude ante su paso.

Esas miles de millones de chispas

Que son capaces de producir un incendio

En el silencio de la noche.

Néctar divino que alimenta las almas,

Las oscuras y las más claras…

Bebida prohibida para los tibios, si acaso la probasen

Seguro morirían súbitamente…

Su último suspiro sería: libertad!

Qué saben lo que es el poder?

Quién puede hablar sobre lo que desconoce?

Acaso no hablamos de lo mismo?

Uno se deja arremolinar por ella,

Se entrega y es su esclavo.

El amor la acalla un poco.

El dolor la revela inconcientemente.

Aprendemos a expresarla en el sin ruido cotidiano,

Con el simple brillo de los ojos

Y con sangre

Que por no hablar… se derrama…

Valeria Elías

4 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
misticaluz dijo...

Interesante post, espero y deseo este bien! un abrazooo

Sandra Figueroa dijo...

Hola amiga, que bello poema. La sangre que corre por mis venas y que se enciende al compas de los recuerdos que duelen todavia. Un beso amga. cuidate.

Abriles dijo...

Muy bien logrado… acabado, redondo.
Felicidades